miércoles, mayo 17, 2006

Declaración de intenciones

Comienza el experimento de redactar un blog. Mi experiencia en este tipo de publicación es ninguna. Supongo que estas cosas se hacen con el sano afán de que te lean los amiguetes y poco más. Va dedicado a mi buen amigo Stobeo que quiere iniciarse en el proceloso arte de las páginas web, aunque yo le recomendaría que empezase por un blog.
Lo he titulado Heterodoxia y Diletancia porque creo que estos dos términos condensan la filosofía que pretendo seguir en esta modesta aventura. Heterodoxia en el sentido mas amplio posible, quizás no tanto en su acepción literal de disconformidad de opinión con respecto a lo ortodoxo, sino mas bien entendida como diversidad; tanto de temas como de puntos de vista.
La Diletancia siempre se ha considerado como algo en cierto modo peyorativo. Cuando a alguien se le dice que es un diletante no se le está elogiando normalmente. Se pretende calificar a quien se le aplica este adjetivo de poco profundo o no suficientemente preparado en el conocimiento de determinada materia. Esta acepción se ajusta a las expuestas en los diccionarios. Sin embargo, si introducimos en Google "define:diletancia" nos aparecen dos acepciones que se aproximan más a la filosofía de este blog: 1. Persona que se dedica a un arte o ciencia por diversión, sin vocación. 2. Aficionado al arte; sinónimo de amateur; sus intereses no son profesionales y actúa por puro gusto. De tal forma que el que practica la diletancia en este sentido supongo debería estar más cerca de un Montaigne, que para mi es un gran diletante, que de un charlatán. Al fin y al cabo creo que el ensayo es en cierto modo una forma de diletancia. Mi pretensión es pues, expresándolo en términos coloquiales, hablar, en este caso escribir, de lo humano y lo divino.